ESTADOS UNIDOS.- En su batalla en la Corte Suprema sobre el mandato de la píldora abortiva del Obamacare, el gobierno de los Estados Unidos quiere “determinar lo que es pecado”, sostiene un grupo legal especializado en derechos religiosos.
El alto tribunal ha aceptado escuchar el caso de las monjas, que se negaron a cumplir con el requisito de las pólizas de seguro de cubrir el gasto de píldoras abortivas para sus empleados.
Las monjas se han negado a firmar la responsabilidad ante su compañía de seguros, con el argumento de que sería una violación de su fe el facilitar a otra persona cometer un pecado.
Un escrito presentado por el Thomas More Law Center, en nombre de decenas de clientes asegura que el gobierno está tratando de convertirse en el árbitro de las creencias religiosas.
El abogado y jefe del grupo, Richard Thompson, ha definido al mandato del Obamacare como “un ataque monumental a la libertad religiosa.”
“Si se pierde esta apelación, el gobierno se convierte en la cabeza de cada confesión religiosa en el país por su autoridad asumida para determinar lo que es en realidad un pecado”, dijo Thompson.
En un escrito, Thompson sostiene que ni el gobierno ni el Tribunal Supremo “pueden determinar si un acto viola o no las creencias religiosas de una persona.”
“Más bien, el Tribunal Supremo debe aceptar las afirmaciones de la organización de monjas acerca de firmar la notificación y que para ellas el hecho va contra de su religión. “
Aceptar lo contrario, dice el escrito, “es suplantar la iglesia y la Biblia con lo que el gobierno piensa, permitiendo así que la Corte Suprema y el gobierno interpreten los principios de la fe.”
“Esto sometería todo ejercicio religioso al capricho de la aprobación del gobierno.” concluye el escrito
Fuente: WND
