Como generalmente nos tiene acostumbrados, el conocido “Apóstol” de la prosperidad, Guillermo Maldonado ha vuelto a ser foco de una polémica que raya lo herético.
Hace unos días, Maldonado, en su cuenta oficial de Twitter, publicó un mensaje afirmando que la persona que enseña la historia de Jesús, no está brindando nada.
El “apóstol” hizo hincapié en diferenciar al “Jesús histórico” con el “Jesus de AHORA”, como si eso pudiera existir dentro de la Biblia.
Según las Escrituras, Jesús no ha cambiado jamás, ya que el es eterno.
“Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.” Hebreos 13:8
Decir que el Jesús de la historia “no tiene poder” ni “ofrece nada” es una clara muestra de las herejías que se están predicando dentro de las “Iglesias de la Prosperidad”. Recordemos lo que dijo el Apóstol Pedro:
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina.” 2 Pedro 2:1
Aquí pueden ver el mensaje de Guillermo Maldonado:
Si está ofreciendo a un Jesús histórico, no está ofreciendo nada. Solo el Jesús del AHORA tiene en Sus manos el poder de la resurrección.
— Apostol G. Maldonado (@ApostolGM) April 12, 2017
A pesar de la tamaña herejía, muchos cristianos salieron a confrontar a Maldonado y hacer frente a sus enseñanzas.
Uno de ellos fue Luis Jovel, quien respondió de manera certera y clara a la publicación del “apóstol”:
Llegamos al dia en el que un (falso) apostol de Jesus, niega la historicidad de Jesus.
¡La ironia es increible!!— Luis Jovel (@luisjovel) April 15, 2017
Jean Paul Zamora, por su parte, reaccionó a la publicación y dijo algo muy claro: “Jesús resucitó en la historia, si eso no pasó entonces somos testigos falsos.”.
Gloria a Dios por su Hijo Jesucristo, que desde siempre y para siempre será el mismo. Él es el del que habla el Evangelio, el que se entregó a sí mismo a la muerte por amor a sus hijos, y la muerte NO pudo retenerlo. Ése Jesús es el que Resucitó, del que da cuenta la historia. Él mismo de hoy, de ayer y de siempre. Aunque algunos traten de torcer sus enseñanzas por unas pocas monedas.