El arqueólogo israelí Eli Shukron descubrió los restos de un altar que cree ser del tiempo en que Abraham encontró al sumo sacerdote Melquisedec, en Jerusalén.
Contó en una entrevista, que pasó gran parte de su vida buscando la historia de la Biblia en la ciudad de Davis. Para Shukron, el pilar de roca es uno de sus descubrimientos más importantes.
Shukron dijo que el pilar, encontrado en la ciudad de David, es exactamente como el relato bíblico de Génesis 28, cuando Jacob tuvo un sueño en Betel, de una escalera que iba hasta el cielo.
El pasaje muestra que, después del sueño, Jacob dijo: “¡Que maravilloso es este lugar! Esta no es otra señal de la casa de Dios, esta es la puerta del cielo! Entonces Jacob se levantó de madrugada y tomó la piedra que usó de cabecera, la montó como un pilar y derramó aceite sobre ella”.
Shukron cree que Melquisedec estableció un pilar de piedra en Jerusalén, así como Jacob hizo en Betel.
“Estamos en un lugar muy, muy importante. Volviendo a Melquisedec. Volviendo hasta el tiempo de Abrahám. Entienda cuál era la manera en que esas personas adoraban a Dios en el comienzo”, dijo Shukron.
El arqueólogo dijo que eso contrasta con el culto antiguo en otros lugares.
“Si uno mira en aquel tiempo para otros ligares del mundo en Egipto o en Mesopotamia, uno puede ver templos, oro e ídolos pero no encuentra pilares. Aquí es simple: piedra, animales, sacrificios. La roca es la casa de Dios, no hay oro ni diamantes, todo es simple, y es lo que Dios quiere que seamos, simples. Es fantástico. ¿Por qué? ¿Por qué razón? Para conectarnos con Dios”, explica.
Shukron habló sobre la combinacion del altar para el sacrificio, el canal de sangre, el aceite para el óleo de la unción, el lugar para amarrar los animales del sacrificio, donde ellos dividían el sacrificio, detalles que lo llevaron a creer que este era el lugar donde Melquisedec conoció a Abraham.
Génesis 14 describe aquel encuentro: “Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino; y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo.”
El pasaje relata además que, después de que Melquisedec bendijera a Abrahám, Abrahám le dio un diezmo.
“¿Por qué darle a él el diezmo? porque el estaba adorando a Dios”, explicó Shukron.
La bendición del pan y el vino es una tradición y un estilo de vida que continúa casi 4000 años después.
“¿Que hacemos hoy? El judío o el cristiano. ¿Qué estamos haciendo? Estamos bendiciendo el pan y el vino de una manera diferente, pero seguimos bendiciendo el pan y el vino”, dijo Shukron.
“¿Dónde comenzó todo? Aquí, en la ciudad de David, en el Templo de Melquisedec. Éste es el lugar. Es donde estamos, y esa piedra es fundamental para entender esto”, aseguró.
El área donde el pilar de piedra fue encontrado todavía esta siendo excavado, sin embargo, en pocos días el público tendrá acceso para ver donde Shukron cree que Abrahám conoció a Melquisedec.
Fuente: Guiame
