Tragedias como el huracán Harvey muchas veces levantan muchos cuestionamientos sobre la bondad de Dios y Sus planes. Delante de situaciones como esta, muchos pueden preguntarse: “¿Cómo un Dios amoroso y bondadoso usaría un desastre natural tan terrible para acercarnos a Él?”
En respuesta a una pregunta semejante, enviada por un lector, el evangelista Billy Graham explicó recientemente que, aunque Dios pueda usar tragedias u otras cosas para acercarnos a Él mismo, eso no significa que sea cruel cuando lo hace.
“En realidad, el caso es todo lo contrario”, dijo el pastor de 98 años, fundador de la Asociación Evangelística Billy Graham. “Vea bien, el problema es con nosotros, no con Dios. Nuestros corazones se vuelven fríos facilmente e indiferentes a Dios, y nos negamos a escuchar cuando Él esta intentando llamar nuestra atención. Podemos incluso endurecernos con Dios hasta llegar a no oir su voz. Cuando eso sucede, la única manera en la que Él puede llamarnos la atención es permitiendo que algo nos suceda, algo pasa a destruir nuestra indiferencia o rebelión”.
Solo así podemos comprender nuestra real necesidad de Cristo, y transformaermos eso en fe y confianza en Él, explicó el evangelista.
“Así como nosotros disciplinamos a nuestros hijos para que ellos hagan el bien, a veces Dios nos disciplina para que nos volvamos a Él y sigamos sus caminos nuevamente”, dijo Graham. “La Biblia dice: ‘Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.’ Hebreos 12:11”
El evangelista también destacó que no toda tragedia sucede como “disciplina” de Dios, pero es posible aprender a madurar con cada una de ellas.
“Es importante entender que no todas las dificultades de la vida llegan a nosotros por ese motivo”, dijo el pastor. “Sin embargo, cuando los tiempos difíciles llegan, necesitamos preguntar lo que Dios intenta enseñarnos a través de ellos”.
Billy Graham también recordó que en tiempos de tragedias y catástrofes es necesario siempre tener en mente que el amor de Dios supera cualquier dificultad incluso a la franqueza humana.
“Sobre todo, necesitamos recurrir a Él por la fuerza y paciencia que necesitamos. Nunca te canses: el amor de Dios es más fuerte cuando nuestra fuerza es más débil”, concluyó.
Fuente: Guiame
