Para identificar y combatir completamente la apostasía, es importante que los cristianos entiendan sus diversas formas y rasgos que caracterizan a sus doctrinas y maestros.
¿Quién no desea bendiciones y vida eterna? Sin embargo, Jesús nos advierte que calculemos el costo del discipulado (Lucas 9:23-26, 14:25-33). Los verdaderos creyentes han calculado esos costos, mientras que los apóstatas no. Los apóstatas son gente que, cuando dejan la fe, dan evidencia de que en primer lugar nunca fueron salvos (1 Juan 2:19). La apostasía no es la pérdida de la salvación, sino más bien una demostración de que realmente nunca se tuvo la salvación.
Puede parecer inusual que la Biblia advierta contra la apostasía, y al mismo tiempo diga que un verdadero creyente nunca apostatará. Sin embargo esto es lo que dice la Escritura. 1 Juan 2:19 específicamente establece que aquellos que apostatan demuestran que nunca fueron verdaderos creyentes.
El signo de un apóstata es que eventualmente decae y se aparta de la verdad de la Palabra de Dios y su justicia.
Ahora más que nunca, que cada creyente debe orar por discernimiento, y así combatir la apostasía y contender ardientemente por la fe que ha sido entregada una vez a todos a los Santos.
Fuente: Evangelio Puro
