Los estudiantes se habían ido el fin de semana, sin embargo, varios de ellos se quedaron en la escuela religiosa, en la ciudad de Sderot hace apenas unos días. Tres de ellos estaban listos para el estudio bíblico de los Salmos cuando la alarma sonó antes de las 9 de la noche.
Un misil golpeo una pared a pocos metros desde donde estaban esparciendo el concreto y el vidrio por todos lados, pero dejando a todos los estudiantes ilesos.
Los testigos explicaron que si el cohete hubiera alcanzado el lugar unos minutos antes, la sala principal, que estaba llena de estudiantes, hubiera sido una historia completamente diferente.
“Esto paso a dos metros de mi”, dijo Shalom Kahlom, un ex alumno que estaba en la sala de estudios en el momento de la explosión, durante una entrevista con el sitio de noticias de Ynet.
“El cohete golpeó la pared a tres metros del lugar donde estaba sentado. Si hubiera llegado a medio metro de mi yo no estaría aquí ahora”, añadió.
Kahlom y las demás personas describieron el estruendo del cohete que alcanzo un edifico de varios pisos como un sonido ensordecedor, sin embargo el misil no detonó y no causo un daño mayor.
Destrozos
La explosión rompió ventanas templadas y dejó un gran agujero en una pared externa, que causó que los escombros de concreto se dispersaran por toda la calzada. Pero, las autoridades dijeron que no hubo heridos.
“Fue un milagro de Dios”, indicó Shlomo Binyamin, el rabino y jefe de la Yeshiva, al canal canal de tv 12. “Solo 10 minutos antes, unos 15 estudiantes hicieron sus oraciones en esa sala”.
Fuente: Guiame
