¿Podemos los Cristianos atar a Satanás y sus Demonios?

En algunas iglesias, es normal escuchar como los pastores y su congregación hablan de “atar a satanás o renunciar a la presencia del enemigo”.
Existen tres razones por las que creen que esto es un error.

1.Satanás (probablemente) no está en nuestros oídos
Hay una paranoia constante en las iglesia actualmente es decir: la gente piensa que el enemigo puede escucharlos, ciertas personas, sin saberlo, aumentan el curriculum del enemigo para incluir los atributos únicos de Dios como la omnisciencia y omnipresencia. Si el enemigo es ambulante (1 Pedro 5:8 ), el se limita a estar en un solo lugar a la vez. El no puede leer tu mente, y no despierta sus oídos cuando escucha su nombre en las oraciones.


2. Atar a Satanás está por encima de su capacidad

Judas recalca severamente a las personas precoces que presumen de aventurarse por encima de sus capacidades y maldicen a seres angelicos.

Judas 8-10 “No obstante, de la misma manera también estos hombres, soñando, mancillan la carne, rechazan la autoridad y blasfeman de las majestades angélicas. Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. Mas éstos blasfeman las cosas que no entienden, y las cosas que como animales irracionales conocen por instinto, por estas cosas son ellos destruidos”.

3. Dios tiene una idea mejor
La instrucción que se le explica a los cristianos es como hacerle frente a las fuerzas espirituales de las tinieblas en Efesios 6. Teniendo en cuenta la notoria ausencia de lo que han visto en la televisión.

Efesios 6: 11-13 “Revestíos con toda la armadura de Dios para que podáis estar firmes contra las insidias del diablo. Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes”..

A continuación se enumeran: el cinturón de la verdad, la coraza de justicia, la disposición propuesta por el evangelio de la paz, el escudo de la fe, el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios, y la oración en todo tiempo en el Espíritu.

Y no es necesaria el agua bendita.

Fuente: Cristianos al Día

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