Uno de los más famosos pastores y teólogos contemporáneos, John Piper, usó su sitio web para hablar acerca de lo que es necesario para que alguien pueda alcanzar la salvación. Una investigación reciente mostró que todavía hay mucha confusión sobre este tema en las iglesias evangélicas. Un número considerable de protestantes cree que tanto la fe como las buenas obras son necesarias para la salvación.
Piper mencionó la Reforma, que cumplió 500 años y reiteró la importancia de la justificación y las famosas cinco “solas”, qué son doctrinas fundamentales de la fe cristiana que Martin Lutero y otros reformadores enfatizaron.
El “corazón” de la reforma y del Evangelio, argumentó Piper, es que somos justificados y, en última instancia, salvos por la gracia de Dios demostrada por la obra redentora de Jesús en la cruz, y no por ninguna obra del hombre.
“Especialmente en lo que se refiere a la salvación del alma, muchos de nosotros todavía tenemos ideas confusas”, escribió el pastor. Recordó también que las cinco “solas” son: sola Scriptura (solamente Escritura), sola fide (solamente la fe), sola gratia (solamente la gracia), solus Christus (solo Cristo) y soli Deo gloria (gloria solamente de Dios).
Según Piper, estas afirmaciones teológicas son mejor comprendidas a la luz de la doctrina de la justificación, la acción de volvernos justos a los ojos de Dios. Citando el pasaje de Santiago 2:14-17, “la fe sin obras es muerta”, recordó que Lutero decía: “La fe es una cosa viva e inquieta. No puede ser inoperante. No somos salvos por las obras, pero, si no hay obras, debe haber alguna cosa errada en nuestra fe”.
Por tanto, concluyó Piper, “la fe que nos justifica y salva nunca viene sola, sino que siempre se manifiesta con frutos transformadores. Entonces, cuando Santiago dijo que una persona es justificada por las obras, creo que lo que está diciendo es que la fe no viene sola, ella siempre será demostrada por las obras”.
Fuente: Gospel Prime
