Conozca 3 Conclusiones Equivocadas que pueden Destruir nuestra Fe

No podemos negar que la fe es central en el crecimiento de nuestra relación con Cristo. Es por gracia a través de la fe que somos salvos. Es la fe lo que nos da la voluntad para atravesar las tormentas de nuestra vida. La fe es importante, pero muchas veces nuestras conclusiones respecto a ella la dañan y perjudican la forma en que vivimos en Cristo.

La fe es como un músculo en el sentido que puede ser contraída y expandida, también en la manera que puede ser dañada incluso de manera permanente.

Aquí hay algunos pensamientos equivocados que pueden inhibir e incluso dañar nuestra fe a la vez que mostramos cómo la palabra de Dios nos ayuda a batallar contra dichos pensamientos.

Conclusión Equivocada #1: La fe depende de nosotros

La primera cosa que debemos establecer acerca de la fe es que no depende completamente de nosotros. Aunque tenemos un rol que cumplir, 99.9% de nuestra fe depende en la obra terminada de Cristo.

Nuestra fe crece no porque somos lo suficientemente inteligentes, o porque tenemos la voluntad determinada o porque somos lo suficientemente astutos como para creer en Dios, sino que crece porque Él se muestra a sí mismo extremadamente fiel, de tal forma que no podemos evitar confiar en él. Cuando nuestra fe se enfoca demasiado en nosotros mismos y en nuestra capacidad de mantenernos firmes, nuestros esfuerzos fallarán en algun punto. Pero cuando nuestra fe depende de la fidelidad de Dios, nunca fallará.

Conclusión Equivocada #2: La fe es un sentimiento

La fe poco tiene que ver con los sentimientos ni con las emociones enérgicas de querer cambiar el mundo para Jesús. Mientras que eso es bueno y que esperamos tener más momentos de este tipo, habrá momentos cuando estaremos batallando con sentimientos negativos tales como la desesperación, el desengaño, la pena y la tristeza.

En tiempos de emociones negativas, la fe puede aún mantenerse. La fe no pone su seguridad en los sentimientos sino en la esperanza y en la convicción de las cosas que no se ven.

Conclusión Equivocada #3: La Fe viene naturalmente

Aunque la fe proviene completamente de Jesús, no obtenemos fe de la misma forma en que nos contagiamos alguna enfermedad. Piense en ello de esta forma: Dios permite que la fe fluya constantemente desde Él, pero a menos que nos acerquemos o nos paremos a una distancia donde seamos capaz de recibirla, no podremos obtenerla. Necesitamos leer su palabra y acercarnos a Su presencia cada vez más.

La fe no depende de nuestras habilidades, pero debemos recibirla y aferrarnos a ella. Dios permite esto para hacernos participar de su obra magnificente. Su gracia está disponible para todos. ¿Estamos dispuestos a recibirla sin interrupción?

Fuente: Christian Today

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