ESTADOS UNIDOS.- Eric Cheeley es un cristiano comprometido y miembro de una iglesia pentecostal. Todos los días antes de iniciar su trabajo ora y lee las Escrituras. Hace dos años atrás, Eric llegó muy temprano por la mañana a su oficina en el Departamento de Mejoras de Miami. Mientras hacía su devocional, sintió el deseo por parte de Dios de ungir el local.
Se levantó y comenzó a usar el aceite consagrado para ungir el local.
Mientras oraba pasó dos dedos ungidos en diferentes lugares de la oficina, dibujando una cruz. Según los funcionarios, alguien llamó a la policía, diciendo que estaban realizando “actos de vandalismo en su oficina” como dibujos de cruces con aceite en las paredes, puertas, cuartos y el departamento.
El diario Miami New Times dijo que algunos de los colegas de Cheeley pensaron que podría representar una amenaza y tratarse de un trabajo de brujería.
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Debido a la influencia de la cultura cubana en la ciudad, que está muy relacionada con la “santería”, una religión de origen africano muy común en el Caribe.
El hombre, el cual se desempeñaba como funcionario público, ya había terminado su jornada de trabajo de inspección en la calle y no sabía lo que estaba pasando hasta que la policía lo contactó. Cheeley le explicó a Mark Spanioli, su supervisor, que había ungido el lugar con el objetivo de “bendecir el departamento”. A la mañana siguiente ya había sido despedido.
Basandose en el alegato de “discriminación religiosa”, presentó una demanda laboral en contra de la ciudad. Sin embargo, el tribunal federal dio dictamen final esta semana y mantiene la condena.
Cheeley dijo a la prensa que esa mañana: “estaba sentado en mi cubículo llorando. Me pareció oír a Dios que me decía: ‘Bendice el departamento’”. El ex funcionario ha presentado una solicitud para recibir los salarios correspondientes al período en que estuvo fuera de la función y honorarios de abogados.
La abogada Ansana Singh, que representa a Cheeley alega que durante “casi siete años de trabajo, el Sr. Cheeley fue un empleado ejemplar y nunca tuvo ningún tipo de problema, excepto cuando se vio obligado a abandonar su función, en represalia por haber expresado sus creencias religiosas”.
Para el juez federal Robert Scola Jr., que rechazó la solicitud, la decisión fue tomada porque Cheeley no ha podido demostrar que la ciudad lo despidió por razones religiosas, algo que es más que evidente. La razón que fue dada por parte de los empleadores se basó en que Cheeley “arruinó el patrimonio” y “dañó los progresos del servicio” al haber ungido el local de trabajo. Para el magistrado, “estos hechos son indiscutibles”.
Disconforme, Cheeley dijo que comenzará un nuevo proceso contra su ex jefe Mark Spanioli, quien tomó la decisión de despedirlo, ya que “era consciente de que Cheeley era pentecostal, y se le explicó que se trataba de una práctica religiosa que no causó ningún daño al patrimonio”.
Fuente: Noticia Cristiana
