Jovencita Resucitó en Hospital luego de tener Visión de Jesús Luchando por su Alma

Durante un paseo con el grupo de jóvenes de la iglesia, lo impensable sucedió con Steffani Besch, que en aquella época tenía 13 años. Un joven bromista lo empujó a la piscina, golpeando su cabeza contra el borde, y perdiendo la consciencia ella pasó 30 minutos en el fondo de la piscina.

Después de un culto en la ciudad de Dodge City, en Kansas, en julio de 1979, Steffani fue con ocho amigos del grupo de jóvenes a una piscina en la ciudad de Jetmore.

Era un día caluroso, la piscina estaba excesivamente llena y había mucho cloro de modo que el agua parecía turbia. Cuando Steffani y su amiga, Tami, estaban conversando en el borde de la piscina, un joven del grupo, Tad, empujó a las dos jóvencitas.

Tami regresó a la superficie, pero Steffani se había golpeado la cabeza contra la estructura de cemento. “Eso me dejó inconsciente, pero nadie me vio. Yo estaba en el fondo de la piscina”, contó Steffani, de hoy53 años, según el medio God Reports.

Tami buscó a Steffani la vio debajo del agua, pero pensó que ella estaba nadando para el otro lado. Ella consultó con los oros jóvenes del grupo y finalmente sintió que algo andaba mal. Ella alertó a una guardavidas que estaba en la plataforma, que la rechazó: “Si alguien necesitara ayuda, yo la habría visto”, dijo la profesional.

El desague de la piscina era tan fuerte que empujó a Steffani hasta el fondo y la pegó a la rejilla. “Los niños que había estaban saltando, entonces parecía que alguien estaba nadando en el fondo de la piscina y nadie prestó atención”, contó Steffani.

Pero el reloj seguía corriendo – treinta minutos pasaron desde que Steffani hahía desaparecido.

El grupo de jóvenes comenzó la búsqueda de Steffani en todo el complejo, hasta que la hija de uno de los pastores de la iglesia, Cheri decidió sumergirse en el lado más profundo de la piscina. “Veo que hay algo allí abajo”, gritó la niña.

Un joven que estaba cerca, hijo del sheriff local, se sumergió para intentar encontrarla. “Yo estaba en posición fetal, presa en el drenaje del fondo. El logró levantarme llevarme hacia la superficie”, recordó Sttefani.

Steffani fue socorrida, pero no daba señales de vida. Sus amigos se reunieron a su alrededor y comenzaron a pedir en el nombre de Jesús. “Esa era una de las cosas que sabían hacer, clamar al nombre de Jesús, mientras pensaban que hacer”, dijo.

Batalla por la vida

Una ambulancia trasladó a Steffani hacia un hospital cercano que funcionaba como emergencias. El médico fue informado de que ella ya estaba sin vida. “Ellos pensaban que yo ya había dejado este mundo. No había nada que ellos pudieran hacer”, contó.

Cuendo Steffani estaba recostada en la camilla, algo sorprendente tuvo lugar. “Tuve una experiencia con el Señor y literalmente vi mi espíritu dejar mi cuerpo y vi mi cuerpo natural en el fondo de la piscina”, recordó.

En su visión, Steffani recuerda haber caminado por el fondo de la piscina, subir las escaleras y mirar hacia arriba. En seguida, ella fue llevada para el cielo. “Yo estaba en las puertas del cielo y había una batalla por mi vida. Yo pude oir a Satanás decir: ‘ella viene conmigo’. Y escuché al Señor decir: ‘Ella no irá contigo’. Eso sucedió tres veces”, relató.

Luego, la joven escuchó a Jesús decir: “Todavía no es su hora, y cuando llegue, ella estará conmigo”. Inmediatamente, Steffani abrió los ojos en el hospital. “Estaba en cámara lenta, era difícil respirar. Recuerdo ver mi grupo de jóvenes. Algunos estaban apoyados en la pared, llorando”.

De manera inexplicable y sorprendente, Steffani recibió el alta del hospital. Mientras tanto, ella seguía flaca y con frecuentes desmayos. La adolescente fue llevada al hospital de Dodge City, donde fue diagnosticada con una concusión.

El médico, sin embargo, no entendió por qué no había agua en sus plmones. Entonces Steffani compartió su testimonio: “Yo se lo que sucedió conmigo. Jesús me salvó la vida”. Sorprendido, el médico respondió: “No tenemos una explicación. La única cosa que podemos decir es que diremos que esto es un milagro”.

Fuente: Guiame

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