Las antiguas inscripciones de hace unos 2.700 años de edad, fueron descubiertas bajo la tumba del profeta Jonas, en la región de Ninive, Irak. Dicho lugar fue destruido por los yihadistas del Estado Islámico en el año 2014, sin embargo esta siendo restaurado.
Bajo la tumba, se preserva una tradición milenaria, donde se hicieron excavaciones y se encontraron inscripciones sobre el rey asirio Esar-Hadon, citado varias veces en el Antiguo Testamento.
El era el hijo de Senaquerib y gobernó el imperio Neoassirio entre el año 681 a.C. y el 669 a. C.
Los arqueólogos iraquies, trabajaron en los túneles descubriendo el año pasado las inscripciones de “toros y leones alados” que eran símbolos del reinado de Esar-Hadon. “El palacio de Esar-Hadon, rey fuerte y del mundo, rey de Asiria, gobernador de Babilonia, rey de Sumeria y Acad, rey de los reyes de Egipto inferior y de Cuzo (un antiguo reino del sur de Egipto, actual Sudan), alego uno de los grabados descifrados que fue revelado hace poco al publico.
Otra de la inscripción de Esar-Hadon dice: “reconstruyo el templo del dios Asur, ademas restableció las antiguas ciudades de Babilonia y Esagila, donde “renovó las estatuas de los grandes dioses”.
Ademas existen indicio de que el renovó un palacio construido por Senaquerib, cuyo ejercito invadió Israel, de acuerdo con lo escrito en 2 Crónicas 32: 1, hay registros de sus conquistas como la ciudad de Cilicia (en el sur de la actual Turquía) y Sidon (en el Líbano) otros registros mostraban que había bajo su dominio cerca de 20 reyes vasallos incluso Manases de Juda.
Aunque no es nominado el registro de 2 Crónicas 33: 10-13 muestra una diferencia indirecta a el cuando narra que el rey Manases fue capturado por los “Comandantes del ejercito del rey de Asiria” que lo llevaron a Babilonia.
El lugar donde se cree que el profeta Jonas esta enterrado es considerado sagrado para cierto grupo de cristianos y musulmanes, los yihadistas eliminaron la tumba considerada por ser un lugar de idolatría. Luego de la derrota del Estado Islámico en la ciudad de Ninive, a inicios del año 2017 los estudiosos y arqueólogos estudian la compleja red de túneles en el subterráneo que fueron revelados por la destrucción.
Layla Salih, una arqueóloga indica que después de haber explotado el lugar los soldados saquearon el lugar para negociar los hallazgos en el mercado negro de antigüedades. “Nosotros creemos que se llevaron muchos de los artefactos, como cerámicas y piezas pequeñas para vender. Sin embargo lo que dejaron sera estudiado ya que esto agregara mas conocimiento acerca del periodo”.
A los arqueólogos les llamo la atención las esculturas de piedra y otras divinidades antiguas que no fueron eliminadas. “Existe una gran cantidad de historia aquí, porque no son piedras ornamentales. Es mas bien una gran oportunidad para mapear el tesoro del primer gran imperio del mundo datado de su periodo de mayor éxito”.
Fuente: Noticia Cristiana
