Hace unos días, durante un intento de asalto en un cajero electrónico en la ciudad de Belén de Pará, Brasil, uno de los ladrones fue baleado en medio de un enfrentamiento con la Policía. Herido, el hombre pidió hablar con el pastor de la iglesia evangélica que queda cerca del lugar del hecho.
El pastor Zildomar Campelo, de las Asambleas de Dios contó que estaba dirigiéndose hacia el templo cuando recibió el recado. “Cuando llegué había mucha gente, pero alguien me llamó y me dijo que una de las personas quería hablar conmigo”, relató el pastor que es líder de la iglesia desde hace 15 años.
Campelo logró hablar con el ladrón por casi 20 minutos, mientras esperaban la ambulancia. “Él todavía estaba lúcido, dijo que quería conversar. Me dijo que quería pedir perdón a su madre. Que quería pedir perdón a Dios. Dijo que había ido a nuestra iglesia con su madre. En aquel momento hice una oración y el quiso reconciliarse con Dios, una expresión que la gente usa cuando alguien se arrepiente”, testificó.
El pastor dijo que es una situación delicada, pero que él cumplió su papel como cristiano. “Todo cristiano tiene como objetivo principal morar con Dios en el cielo. Es bíblico. La Policía hizo lo que tenía que hacer, pero nuestro papel como cristiano es ayudar a otros en las aflicciones”, afirmó.
Dijo también saber que muchos han de juzgar mal sus actos. “Hay gente que no entiende, pero tenemos que amar al prójimo. Tanto un policía como un criminal son personas que debemos amar. Por eso no tuve miedo de ir para allá”, explicó.
El religioso dijo que se inspira en un versículo bíblico de la primera epístola de Pedro [1 Pedro 4:8]: “El apóstol ya dijo ‘Mas, sobre todo, tened ardiente amor unos con otros; porque el amor cubrirá multitud de pecados'”.
Concluyó diciendo: “Es eso lo que necesitamos hacer, amar al otro. Ya pasamos por situaciones semejantes, de gente que sufrió un azote y luego pidió una oración. Como pastor y como cristiano, estamos sujetos a eso”.
Fuente: Gospel Prime
