Sacerdote Hindú se convierte a Cristo al entrar a Iglesia: “Sentí Ríos de Agua Viva”

El viaje de fe de Rahil Patel es increíble. Criado en una casa hindú, él sabía que un día sería sacerdote, viajando por el mundo, predicando la meditación y adoración de Gurús. Pero a pesar de que su vida iba muy bien, Patel estaba deprimido, confundido y espiritualmente vacío. Entonces, conoció a Cristo. Contó en una entrevista al sitio Hello Christian que cuando era niño estudiaba en una escuela cristiana y que incluso cantaba algunos himnos. Pero en su casa reinaba el hinduismo.

“El hinduismo es, ciertamente, una terminología geográfica, de dónde las personas se originaron. La India consiste en centenas de diferentes religiones hindúes. Algunos comen carne, algunos tienen sacrificios en el templo”, dijo. “En nuestra casa teníamos una sala especial dedicada a un santuario con ídolos y estatuas, además de la pintura principal del Gurú que creíamos era dios”, aseguró.

“Nunca comíamos carne, nunca bebíamos alcohol. Íbamos al templo todos los sábados y domingos. Aquella era mi vida. Tuve una ligera mudanza en mi viaje. Siempre tuve un hambre espiritual, pero siempre había muchos problemas en casa. Mis padres discutían mucho. Siempre estuve lleno de miedo y ansiedad. Por eso, acostumbrada pasar más tiempo en el templo. Hice muchos amigos allá. Comenzamos a adorar juntos, sirviendo en la cocina, aprendiendo las escrituras”.

Un maestro, en aquella época, había pedido a Patel invertir en su formación como sacerdote. Él entonces huyó de su casa para iniciar su entrenamiento. “Estaba tan concentrado, tan fanático que pase 6 años en el monasterio. Mucha disciplina y muchos estudios. Uno se levanta a las 4:30 todas las mañanas, toma un baño de agua fría. No es aconsejable usar agua caliente en el cuerpo. Uno entonces comienza a adorar en la comunidad A las 6 de la mañana. Además de eso, existen las tareas domésticas, limpieza de baños y servicio en la cocina”, detalló.

Patel dijo que estaba profundamente solo en el monasterio. Pasó a tomar antidepresivos y luchaba contra una batalla interna. Por eso, las dudas comenzaron a crecer y él comenzó a experimentar diferentes culturas. “Fuí expuesto a diferentes patrones de pensamiento mientras viajaba por el mundo”, explicó.

“Comencé a tener una fascinación secreta por Jesús. Acostumbraba entrar en las iglesias para ver la arquitectura, pero percibí que había algo especial en la atmósfera. Había una hermosa simplicidad en ellas. Sentía que había respuestas allí. Comencé a buscar en otros lugares por alimento espiritual. Comencé a estudiar las escrituras hebreas. Vi que no estaba cambiando, y los sacerdotes a mi alrededor tampoco estaban cambiando. A medida que mi búsqueda aumentaba, encontré a Cristo en mis viajes”, relató.

“Tuve una fascinación por la cruz. Sentí que había algo especial en ella. Eso lentamente comenzó a acumularse en mi corazón. Yo dejé la denominación hindú en 2011 después de 20 años de servicio. Fue muy doloroso para mí porque el Gurú dijo algunas cosas muy duras en aquella época. Él me amenazó y dijo que me mantendría en aldeas en la India y no me permitiría ir a ningún otro lado. Porque yo era muy influyente”, contó.

Entrega total

“Un día estaba caminando hacia la estación de tren y ví una iglesia. Había personas en la puerta saludando a todos con increíbles sonrisas. Había amor. Eso me asustó, fue algo muy nuevo. Atravesé las puertas principales, y la presencia de Dios simplemente cayó sobre mí. Era como si una manta me cubrirse de una paz increíble. Entonces, oí un susurro: “Ya estás en casa”. Fue la primera vez que vi adoración con guitarras y baterías. Sentí una increíble alegría en mi corazón”, recordó.

“Yo era conocido por ser una persona muy difícil de convencer. Nadie me convenció de Cristo. Yo sólo di mi vida a Él. En aquel momento, no podía decir que había una razón lógica. Había una profunda sensación de paz, amor y alegría”. Entonces, el momento más poderoso de su vida sucedió. “Fui tocado por el Espíritu Santo. No tenía dinero. Mi amigo me expulsó del hotel porque yo estaba yendo a la iglesia”.

Una noche, él fue a la iglesia, sintiéndose muy triste con la situación en la que se encontraba. “Una señora vino y colocó su mano en mi hombro, y tuve una experiencia poderosa con el Espíritu Santo. Fui bautizado y sentí el río profundo que fluía dentro de mí. Fue una alegría enorme y eso cambió todo desde adentro hacia afuera. Fue cuando percibí que Jesucristo estaba vivo. Él no era apenas una filosofía o una institución. Él es real”, concluyó.

Fuente: Guiame

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