Despues de pasar días tomando 30 píldoras de oxiconda, un potente remedio con efecto analgésico, Brandon Henderson notó que sus piernas estaban adormecidas y su cuerpo se estaba poniendo azul. En aquel instante, estaba experimentando una sobredosis que estaba a punto de destruir su vida.
“Estoy convencido que yo me maté y que Jesús me resucitó, a través de las oraciones y profecías liberadas por mis padres”, dijo Brandon al sitio Charisma News.
Hijo de pastores, Brandon fue criado en la iglesia y creció aprendiendo las verdades del Evangelio. Sin embargo, comenzó a consumir marihuana en la adolescencia y complemento su vicio en 2008 con algunnos analgésicos, prescriptos por el médico para aliviar un dolor en las costillas.
Después de dejar la casa de sus padres, Brandon se mudó a Miami, en Estados Unidos, y construyó un stock de remedios en su casa. Cuando el convenio de medicamentos se agotaba, consumía heroína, porque era más barata y fácil de encontrar en las calles.
Cierto día, bajo el efecto de las drogas, Brandon clamó a Dios, pero sintió que el Señor estaba distante. Después de inyectarse más de una dósis de heroína, el joven llamó a su padre.
“Mi padre me dijo: ‘Vivirás y no morirás. Estarás de pié para declarar las obras del Señor'”, recuerda Brandon. “El me llamaba y me decía ‘hombre de Dios’. Yo pensaba: ‘Solo puedes estar bromeando. ¿Tu sabes lo que he hecho?’ Pero mi corazón deseaba ser lo que mi padre decía”.
Brandon cree que estas palabras proféticas salvaron su vida el día en que tuvo una sobredosos y vio la muerte de cerca. “Después de reconocer mi vicio, pasé por una fase de sanidad interior y percibí que Dios estaba allí, dándome fuerzas para continuar. Incluso en mi peor momento, aun cuando cuestionaba a Dios, Él me oyó”, cuenta.
Vicio sutil
El joven cree que existen muchos atrapados en vicios de remedios sentados en los bancos de las iglesias, sin que nadie lo sepa. “Porque el vicio de opiáceos es muy fuerte, ya que fueron creados para que nos volvamos dependientes de ellos. Las personas se envician sin querer”, dijo Brandon.
Según la pastora Lesa Henderson, la epidemia de víctimas del vicio de remedios revelan un movimiento espiritual. “Es brujería. Sabemos que la palabra ‘Farmacia’ viene de la palabra griega ‘pharmakeia’, que significa ‘brujería’. Sabemos que la brujería es un estado que altera la mente, así como lo hace la droga”, asegura.
Hace cinco años, Brandon está libre del vicio y dirige un ministerio de sanidad interior y adoración en la iglesia de sus padres. “Hay esperanza para aquellos que no tienen esperanza. Yo pensaba que nunca llegaría a ser alguien, pero buscando de Dios y tomando la desición correcta, viví la restauración y experimenté Su fidelidad”.
Fuente: Guiame
