Los 3 Peligros que todo Cristiano debe saber de la Pornografía

El 68% de los hombres que van a la iglesia, y el 30% de las mujeres, han reportado ver pornografía de manera regular en un estudio llevado a cabo durante 5 años por la encuesta nacional de iglesias...

Con la proliferación de los smartphones y tabletas, lo que alguna vez fue un problema aislado ha explotado y se ha convertido en un problema común: El 68% de los hombres que van a la iglesia, y el 30% de las mujeres, han reportado ver pornografía de manera regular en un estudio llevado a cabo durante 5 años por la encuesta nacional de iglesias.

Incluso 4 años atrás, el diario Huffington Post reportó que los sitios porno estaban recibiendo más tráfico que Amazon, Netflix y Twitter combinados.

Lamentablemente, esa tendencia no ha disminuído.

Los tentáculos de la pornografía están en todos lados, afectando virtualmente cada aspecto de la vida de los usuarios.
La pornografía puede impedir tu habilidad de conectarte con un compañero real.

La manera en que la pornografía te desconecta de los humanos es uno de los efectos menos conocidos que sufren los que la practican frecuentemente, y discutiblemente, este es el aspecto más dañino.

De acuerdo con un estudio realizado por PLOS ONE, el 58% de sujetos que sufren comportamiento sexual compulsivo experimentan conflictos en la intimidad con un compañero real. Sin embargo, ellos no padecen los mismos problemas al ver pornografía.

1. La pornografía es Adictiva

La pornografía tiene el mismo efecto en el cerebro que tienen las drogas. Según muestran escaneos cerebrales, los cambios en un cerebro adicto al porno se asemejan mucho a los de un adicto a la heroína.

Un neuropsicologo, el Dr. Tim Jennings, explicó “todo tipo de comportamiento repetitivo crea huellas en nuestro cerebro que desencadenaron una secuencia automática”. Viendo pornografía repetidamente así como repitiendo cualquier actividad, uno está programando sus pensamientos de forma tal que su vida y sus cosas cotidianas se vuelven algo secundario.

No sólo eso, sino que la pornografía puede reestructurar nuestro cerebro y no de una manera sana. Esto deja secuelas por años, incluso posiblemente para toda la vida. Uno se vuelve esclavo del sexo.

2. La pornografía destruirá tu Matrimonio

Consideremos por un momento la devastación que puede generar la pornografía en una esposa.

Para muchas mujeres, el descubrir que sus maridos son adictos al porno es equivalente a descubrir que mantienen una aventura extramarital. Se sienten heridas y terminan enojándose y sintiéndose traicionadas. Ellas se preguntan si no son “suficiente” para sus maridos ya que ellos buscan algo más en otro lugar.

De hecho, el 56% de los divorcios citan a la pornografía como un factor que contribuyó a la decisión.

La pornografía te convierten más propenso de engañar a tu esposa.

Estudios publicados por la revista Social Psychological and Personality Science Journal sugieren que la pornografía provoca aventuras extramatrimoniales.

3. La pornografía es del Enemigo

Así como todas las tentaciones, “te prometen todo y no te dan absolutamente nada”, afirma el doctor Ted Roberts, especialista en la materia.

Aunque puedas sentirte muy excitado y en euforia mientras ves pornografía, luego de esto eres inundado por sentimientos de vergüenza. Estos sentimientos de vergüenza causan aislamiento en tu vida.

Esta es la razón principal por la cual la adicción al porno es un problema oculto, convirtiéndolo así en un obstáculo aún más difícil de sortear.

Fuente: Charisma News

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