La Familia de Charlie Gard, pretendían viajar con el pequeño a Estados Unidos, con la esperanza de que su hijo realizara un tratamiento experimental como alternativa a lo decretado por un juez británico, al menor, que es la “muerte digna”. Los recursos que presentaron sus padres fueron desestimados por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Desde octubre del año pasado , mantienen hospitalizado al infante de tan solo 10 meses, en el Great Ormond Street Hospital de Londres, padeciendo de una enfermedad genética. De acuerdo al órgano de justicia europeo “no hay ninguna posibilidad de éxito” con el tratamiento Opcional propuesto, “solo le ocacionaria a Charlie un daño mas severo”.
“Con la mayor de las tristezas” Tendremos que aceptar la muerte que Nicholas Francis decretó según admitió él mismo, ya que han recibido más de una negativa a sus apelaciones en los juzgados y debido a esto no podrán acudir a ningún otro organismo más.
El Magistrado añadió: “Felicito a los acudientes del bebe por su enorme valentía y justa campaña en apoyo a su primogénito y por su total dedicación a su maravilloso niño desde el día en que nació”.
El pequeño Charlie, debe estar conectado 24 horas al día a una serie de máquinas para poder seguir viviendo, con un síndrome de agotamiento mitocondrial, y así se debe mantener hasta que se ha resuelto el último de los recursos presentados por la familia. Se sostiene que seguirá en el mismo lugar durante los próximos días hasta que sea desconectado.
A pesar de que los médicos que le habían atendido afirmaran de que no existía una cura, los padres no se dieron por vencido y lograron recaudar por Internet mas de medio millón y medio de euro para la cura experimental en U.S.A.
“Es duro pedirle a alguien que trate a un recién nacido que no tiene muchas posibilidades de sobrevivir o de cambiar su calidad de vida” . “No es fácil cuando la opinión judicial y de los médicos va contra el sentir de los familiares, pero las leyes del hospital y los derechos del niño se deben hacer a favor de ellos” aclaro una fuente del hospital a la BBC.
Fuente: Protestante Digital
