Por diversas razones la iglesia debería pensar de forma diferente acerca de la tierra de Israel y los judíos como pueblo del pacto de Dios, argumenta el teólogo Gerald R. McDermott, profesor en la escuela teológica Beeson, en Birmingham, Alabama.
Él explica eso detalladamente el su nuevo libro, llamado “Israel Importa”, recientemente lanzado.
“Los judíos fueron horriblemente atacados por los cristianos a lo largo de los milenios”, resume McDermott, apuntando al hecho que en la actualidad mundial presenta “grandes complejidades geopoliticas”, especialmente en Medio Oriente.
Teología equivocada
“El error de pensar que Jesús se alejó del judaísmo y comenzó una nueva religión favorece el distanciamiento entre cristianos y judíos. Eso hace que veamos a los judíos cómo ‘distintos'”, dijo el teólogo.
Sin embargo, destaca el erudito, en las últimas décadas, ha habido un resurgimiento del movimiento sionista cristiano. Esa visión bíblica destaca que la tierra de Israel y el pueblo judío continuan en el centro de los propósitos eternos de Dios.
McDermott reconoce que esa idea es muy rechazada en los círculos académicos de la Reforma, pues la mayoría de sus líderes defendía que había una “sustitución” de Israel por la iglesia.
Sin embargo, luego de años de estudio, insiste que no consiguió encontrar ninguna base bíblica para tales argumentos, especialmente porque varias veces en las Escrituras se puede leer que los propósitos divinos son inmutables y hay muchas profecías referentes a los judíos y a la tierra de Israel que aún deben cumplirse.
Haciendo un análisis del pensamiento teológico desde los primeros siglos, destaca que desde los padres de la iglesia como Tertuliano hasta el eruditos más recientes como el teólogo Karl Barth, defendían que llegaría el día en que los judíos volverían a su antigua patria.
La mayoría de esos teólogos no aceptaban “espiritualizar” las promesas hechas por Dios a los judíos, intentando colocar a la iglesia en el centro. Ellos también apuntaban al cumplimiento de todas las profecías bíblicas, especialmente las relativas a los últimos tiempos, que dan a Israel un papel destacado.
El profesor McDermott cuestiona la llamada “teología de la sustitución” y su versión más moderna, la ” teología de la realización”, no consiguen justificar de modo consistente cómo quedan las promesas de Dios sobre la tierra de Canaán y el repetido uso de la “alianza eterna” relativa a muchos pactos divinos con el pueblo judío.
“Pablo dice en Romanos 11:28 que los judíos que no aceptaron a Jesús como Mesías eran enemigos del Evangelio”, sin embargo, continúan siendo “amados por Dios”. Además de eso, el versículo 31 usa el término “también”, o sea, Dios no excluyó a los judíos de sus planes para cambiarlos por los cristianos.
Pero el motivo principal por lo cual los cristianos no pueden estar contra el pueblo judío y su tierra, obviamente, es porque Jesús era judío asegura McDermott.
“Los judíos fueron creados por Dios como representantes de la humanidad. Entonces, si la Biblia muestra que ellos se apartaron de Dios, eso realmente muestra como todos actuamos. Jesús dijo que la salvación venía de los judíos y previó que algún día Jerusalén lo recibiría y allí gobernaría con sus Apóstoles sobre las tribus de Israel”, insistió.
Aseguró también qué “si los cristianos comienzan a pensar que son, de alguna forma, mejores sólo por creer en Jesús como El Mesías, no conseguirán entender totalmente la gracia de Dios”, concluyó.
Fuente: Gospel Prime
