Conozca qué son la “Segunda Muerte” y el “Lago de Fuego” de la Biblia

La Biblia dice que los que los que aman a Jesus "no sufrirán la segunda muerte" (Apoc. 2:11). Esta promesa se encuentra en las carta del Señor a la iglesia en Smirna (Apoc. 2:8-11) y merece ser examinada cuidadosamente.

La Biblia dice que los que los que aman a Jesus “no sufrirán la segunda muerte” (Apoc. 2:11). Esta promesa se encuentra en las carta del Señor a la iglesia en Smirna (Apoc. 2:8-11) y merece ser examinada cuidadosamente.

La “segunda muerte” es mencionada tres veces más en el libro de Apocalipsis, cada una de las cuales reafirma el hecho de que esta es la manera de Jesus de referirse al castigo eterno en el lago de fuego. Podemos ver en Apocalipsis 20:6 “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.” Luego en el capítulo 20 verso 14 nos dice que “Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda.” Finalmete, en Apocalipsis 21:8 dice así “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”

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Claramente, entonces, la “segunda muerte” es el lago de fuego, el lugar de tormento eterno para aquellos que no conocen el amor del Señor Jesucristo. La “primera muerte” sería la muerte física, la muerte que Jesús dijo que algunos de Smirna sufririan por su fe en Él (Ap. 2:10). El punto de su promera, entonces, es este: no importa cuanto soportes fisicamente en el presente, nunca sufrirás espiritualmente en el futuro. Por lo tanto, se fiel si es que eres llamado a la muerte ahora, ya que vivirás eternamente!

El contraste no podría ser más vívido. Aquellos que conocen y aman a Jesús y se mantienen fieles a él recibirán una “corona de vida”. Ellos nunca, bajo ningún concepto, gustarán la “segunda muerte”.

Ahora bien, no hay nada que los seres humanos merezcan más que la segunda muerte! No existe nada mas adecuado ni más justo ante los ojos de Dios que el castigo eterno por los pecados que han sido cometidos. La única razón por la que los cristianos no pasaremos por eso es porque Jesús lo sufrió por nosotros. Debemos tener en claro que los Cristianos no evitaremos la segunda muerte por nuestras obras, ni por cualquier cosa que podamos haber hecho durante nuestras vidas. Solo es por la misericordia de Dios, el cual envió a su Hijo, Jesucristo, a sufrir y padecer la ira de Dios en lugar nuestro. Sin Jesucristo, todos estaríamos inexhorablemente destinados al lago de fuego.

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Muchos niegan que Jesús haya existido y mucho menos creen que soportó en persona la ira de Dios en lugar nuestro. Muchos incluso dentro de las iglesias piensan que Jesucristo no sufrió en persona los tormentos destinados a nosotros. La pregunta a estas iglesias sería: ¿Que clase de Evangelio predican? ¿Cuales son sus buenas nuevas? Las buenas nuevas del Evangelio de Cristo es que Jesús murió por nosotros, el Justo por los injustos, “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición” (Gal. 3:13)

En cuanto a los Cristianos de Smirna, no existieron palabras más dulces que estas. La tribulación era tolerable, sabiendo que la “segunda muerte” murió para los Cristianos en la muerte de Jesús. Obviamente habrán persecusiones, martirio, pero solo son “una aflicción momentanea” cuando se compara con el “eterno peso de gloria” (2 Cor. 4:17) que nos pertenece puesto que Jesús murió y volvió a vivir por nosotros.

Incluso, pensar acerca del infierno y la “segunda muerte” tiene inmensos beneficios prácticos! Jonathan Edwards escribió en uno de sus libros: “Me resuelvo, cuando siento dolor, pensar en los dolores del martirio y del infierno.”

Gracias a Dios los que estamos en Cristo no sufriremos la “segunda muerte”. Y esto es solo por una razón: Jesús, en su inmensa misericordia y gracia, sufrió la ira y el castigo en mi lugar. Regocijémosnos, hijos de Dios. Y demos gracias de que nunca, bajo ningúna circunstancia, padeceremos la “segunda muerte”!

Fuente: Hello Christian

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