El nuevo Sanedrín usó la disputa entre el primer ministro Israelí y el ministro Iraní de Relaciones Exteriores para desafiar al mayor enemigo de Israel: “ayudennos a construir el Tercer Templo”. Por más absurdo que eso pueda parecer, se trata de un intento de usar el discurso iraní y pasajes del Antiguo Testamento.
La crísis internacional comenzó durante la celebración de Purim, hace dos semanas, cuando el primer ministro Benjamín Netanyahu hizo la lectura de la Megilá [Libro de Ester] en una sinagoga. Al discutir la historia bíblica con los niños presentes, les aseguró: “Hoy, también, en Persia [actual Irán] están intentando matarnos, pero ellos tampoco tendrán éxito”.
El ministro Iraní de Relaciones Exteriores, Javad Zarif, dijo que se sintió ofendido al oir los comentarios de Netanyahu y al saber que su país es retratado como villano. Zarif respondió al premier Israelí acusándolo de dar “una falsa historia y falsificar la Torá”.
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Según el ministro Iraní, su país salvó a los judíos a lo largo de la historia. Zarif contó además una ersión distorsionada de la historia del Libro de Ester, alegando que el héroe en realidad fue el rey persa Asuero, y no los judíos Ester y Mardoqueo. Zarif también le recordó a Netanyahu que fue Ciro, un rey persa, el que facilitó la construcción del Segundo Templo.
El Sanedrín uso ese discurso de orgullo nacional iraní para que ayuden a los judíos a construir el Templo en este tiempo. La corte rabínica envió una carta a Zarif, invitándolo a repetir la historia.
“Estamos muy felices al oir su referencia al capítulo maravilloso y único en la historia de nuestra nación, cuando Ciro, rey del Imperio Persa, dio su permiso para la construcción del Templo en Jerusalén”, dice el documento. “También es sabido que ayudó al proyecto, devolviendo los objetos sagrados que fueron quitados del Templo de Salomón por el rey babilónico Nabucodonosor”.
El consejo continuó, “Comprendemos por sus declaraciones que usted apoya las acciones del Rey Ciro y que su país apoya el establecimiento de un Templo en el Monte Moriá hoy. Lo invitamos a iniciar un diálogo sobre eso. Estaremos felices en oir su respuesta a la presente invitación”.
Es improbable que Irán, el mayor enemigo declarado de Israel, acepte la propuesta. Ese cambio de actitud sería un gran giro luego de décadas de hostilidad. La antigua Persia era amigable con su población, pero el Irán moderno dificilmente se encuadraría en la categoría de amigo de Israel.
En los primeros días del nuevo Estado judío, Irán fue el segundo país musulmán en reconocer su soberanía. Sin embargo, la relación cambió drásticamente luego de la revolución iraní de 1979, cuando Irán rompió todos los lazos diplomáticos con Israel. En 2016, fueron divulgadas imágenes de un misil iraní con la inscripción “Israel debe ser barrido de la Tierra”.
Fuente: Gospel Prime
