El conocido pastor mesiánico, Jonathan Cahn, autor de “El Harbinger” y “El Misterio del Shemitah”, es presidente del Ministerio Mundial Esperanza y líder del Centro de Jerusalén en Wayne, Nueva Jersey. Hace apenas unos días entregó un mensaje profético al nuevo Presidente Donald Trump. El mismo fue presentado al actual presidente de Estados Unidos momentos antes de asumir el cargo.
“Y ahora a usted, Donald Trump, quien pronto tomará juramento como presidente. A medida que se levanta para convertirse en el hombre más poderoso de la tierra, recuerde siempre que es el Todopoderoso es quien pone a los reyes en el trono, y el Todopoderoso quien los quita.”
“Tu autoridad no viene del hombre, sino de Dios, el Rey de reyes. Por lo tanto, somete tu vida a Su autoridad y por Su autoridad guiarás. Haz justicia, ama la misericordia, y camina humildemente con tu Dios.”
“Tu vida es un recipiente de su voluntad. Ahora debes ser el recipiente de Su voluntad y de sus propósitos. Tu y Estados Unidos caminen en Sus pasos, busquen Su justicia y sigan la dirección de Su voz.”
“Respetad sus caminos, y seréis sostenidos. Mantén Su Palabra y seréis guardados. Honra su nombre, sobre todos los nombres, y tu nombre será honrado. Ama al Señor tu Dios, con todo tu corazón, alma, mente y fuerza. Si haces esto, te levantarás, y brillarás, y la gloria del Señor se levantará sobre ti.”
“La ventana y el llamado de Dios, Y ahora a ustedes, pueblo de Dios: hemos visto la caída de una nación lejos de Dios como en la caída del antiguo Israel para el juicio. Pero incluso en su antigua obra, Dios dio a su nación ventanas de misericordia. Y así Dios ha dado ahora un respiro, una ventana de gracia – para volver. Pero, ¿qué haremos con esa ventana?”
“Si ahora pusiéramos nuestra fe en el hombre o en nuestros propios poderes, en nuestro orgullo y en nuestra grandeza, entonces habremos repetido el error que cometió en el antiguo Israel, como se registra en Isaías 9:10. Entonces nos arriesgamos al desastre. América puede ser grande otra vez. Pero no será confiando en su propia grandeza o confiando en sus poderes. La única manera en que América volverá a ser grande … es haciendo que Estados Unidos vuelva al Dios que hizo a América grande en primer lugar. Sin ese regreso, no habrá grandeza ni esperanza.”
“Porque la respuesta no es el gobierno, no el ejército, tampoco la economía. La respuesta … es Dios y la única manera … es el avivamiento. Y para que el avivamiento venga, debe haber arrepentimiento. Porque sin arrepentimiento, no puede haber avivamiento. Y ese arrepentimiento debe comenzar con el pueblo de Dios – Si Mi pueblo que es llamado por Mi nombre … ”
“No hemos venido a Washington DC a buscar la ayuda del gobierno. Hemos venido a buscar la ayuda del Espíritu Santo. No hemos venido aquí para confiar en las habilidades del hombre. Hemos venido a invocar el poder del Todopoderoso … para que haya avivamiento.”
“Dios Nos ha dado esta ventana y no debemos desperdiciarla. Debemos trabajar mientras es todavía de día. Este es el Día de la Inauguración. Y más allá de la Inauguración que el mundo verá con sus ojos, estamos aquí para inaugurar los propósitos de Dios.”
“Así que la palabra salga de este lugar y de este día a cada niño de Dios en esta tierra, a cada iglesia y reunión en Su nombre, que nos comprometamos desde este momento a orar fervientemente por el avivamiento, Arrepentirnos para el avivamiento, humillarnos para el avivamiento, buscar su rostro para el avivamiento, abandonar nuestros malos caminos para el avivamiento, proclamar el Evangelio al avivamiento y por el poder de Dios para vivir nuestras vidas en avivamiento. Porque sólo hay dos opciones: avivamiento o juicio. La respuesta debe ser revivir. Sea como sea, ya sea por bendición o por temblor de una nación, que venga el avivamiento.”
“Venimos ante el Dios de Abraham, Isaac y Jacob, Dios de Moisés, Dios de Elías, Dios de los profetas, Dios del Mesías, Dios del Mar Rojo y Dios de la Resurrección. Al trono del Soberano Dios Todopoderoso de Israel.”
“Que este Día Inaugural sea la Inauguración de un Nuevo Día, el mover del Espíritu de Dios a través de esta tierra.”
“Y clamamos a Dios: “¡Ten piedad! ¡Ten piedad de esta tierra! Levanta de nuevo tus ojos sobre esta ciudad en la colina, y ten misericordia. Deja que tu poder vuelva a ser visto en esta nación. Deja que caiga sobre tu pueblo. Dejadlo caer sobre vuestras Iglesias.
Que caiga sobre el corazón. Que caiga sobre la costa. Que caiga sobre este capitolio. Que caiga en la Casa Blanca. Que caiga sobre el Congreso. Que caiga sobre nosotros. Que haya avivamiento en la tierra. Deja que los perdidos sean salvos. Y que los salvos sean revividos. No importa lo que sea necesario, que haya avivamiento en esta tierra!”
Fuente: Charisma News
