El astronauta Eugene Cernan, uno de los últimos hombres en pisar la Luna, murió el 16 de enero a los 82 años.
En su última misión para la Luna en 1972, el comando de la aeronave Apollo 17, Cernan dijo que sintió como si estuviese viendo la tierra desde la “mirada de Dios”, afirmando que la experiencia lo convenció de la existencia de un Creador.
En Navidad, según la NASA, Cernan completó 566 horas y 15 minutos en el espacio – de estas, 73 horas fueron gastadas en la superficie lunar. Su última misión de reconocimiento al lado de más de 12 astronautas trajo muestras lunares que son analizadas hasta el día de hoy.
Al final de la misión, el astronauta escribió las iniciales de su familia sobre la superficie lunar y subió a bordo del módulo Challenger, convirtiéndose así en el último hombre en dejar la Luna.
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En una entrevista con el Proyecto de Historia Oral de la Nasa, en 2007, Cernan reveló que su experiencia en la Luna le trajo una revelación de la existencia de Dios.
“La ciencia y la tecnología me llevaŕon allá, pero cuando llegué y miré hacia la Tierra, la ciencia y la tecnología no consiguieron explicar lo que estaba viendo ni lo que estaba sintiendo”, dijo. “Uno mira hacia la Tierra y, misteriosamente, ella gira en un eje que uno no puede ver, pero que existe. No hay cuerdas sujetando el planeta. Ella se mueve con un propósito. Ella se mueve con lógica”.
El perfecto diseño del universo llevan las huellas de Dios, observó el astronauta. “Había mucho propósito, mucha lógica. La ciencia y la tecnología no me dieron las respuestas que buscaba, y llegue a casa con la conclusión de que todo es demasiado bello como para haber ocurrido accidentalmente. Debe haber algo que ustedes y yo, todos nosotros no entendemos completamente sobre la creación del universo, sobre el milagro de la propia vida”, agregó Cernan.
“La Tierra no cae en el espacio, ella se mueve con lógica y con una belleza que va más allá de la comprensión. Es muy bella para haber ocurrido por accidente”, repitió. “Tiene que haber alguien mayor que ustedes y yo que unió todo. No hay duda para mi de que hay un Creador del universo. Existe un Dios allí en lo alto. Alguien colocó nuestro pequeño mundo, nuestro sol y nuestra luna donde estan”.
Fuente: Guiame
