MÉXICO. – En México se adoptó una “política de negación” sobre los miles de cristianos evangélicos que fueron obligados a abandonar sus hogares a causa de sus propias creencias, segun un activista de derechos humanos de México.
Pedro Faro Navarro, donde es el director del Centro de Derechos Humanos, Fray Bartolomé de las Casas, acusó al gobierno de “inventar mentiras” acerca de las personas que han sido expulsados a la fuerza, dejando a la iglesia “tradicionalista” donde mezclan los aspectos del paganismo indígena con el catolicismo popular.
Afirmo que es difícil evaluar la magnitud del problema. “Desafortunadamente, no hay un registro que se pueda utilizar para contar oficialmente el número de casos debido a que el estado mexicano nunca ha reconocido el problema del desplazamiento forzado”, señalo.
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Segun la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, la organización no gubernamental, con más de 287.000 casos de desplazamiento forzado se dieron en estos últimos cinco años. Ahora la Comisión Nacional de Derechos Humanos, acreditada por la ONU, estima que la cantidad seria de 35.000
Faro contrasta los números. “Algunos hablan más de un millón de personas”, recalco. “Hasta ahora, sabemos con seguridad que el número más bajo, es siempre el oficial. Muchas de las familias tienen que salir de sus casas y nadie llega a contarlas”, dijo.
Para el 2015, la World Watch Monitor señalo que 12 familias de evangélicos se les permitió regresar a casa cinco años después de haber sido expulsadas, por los ancianos de la aldea. Pero, muchas otras familias permanecen aisladas, sin acceso a las escuelas o centros médicos.
Las ancestrales tradiciones
Las treinta personas de la comunidad de Tuxpan de Bolaños en el oeste de México, fueron obligadas a abandonar sus hogares para enero del 2016, donde se les acusó que estaban atrayendo a otros aldeanos para que fueran evangélicos, y esto es una amenaza a las tradiciones ancestrales.
Los mismo fueron forzados a salir en medio de la noche y sólo recibieron refugio temporal en almacenes en la ciudad de Bolaños, despues los llevaron a 30 kilómetros de distancia y tres horas en carro a través de las montañas.
Luego once meses después, estas familias permanecen en Bolaños, después de ser desplazadas tres veces. Estos viven bajo la amenaza de un cambio de nuevo debido a que el arrendador está a punto de vender las tiendas. Esas familias viven, duermen, cocinan y comen en dos habitaciones.
Víctor de la Cruz González, donde es profesor de la escuela primaria, estaba trabajando fuera de casa cuando su esposa, Rosa, y sus dos hijos, con tres y nueve años, los desplazaron. Él continúa su trabajo en el pueblo, pero su familia no es nada bienvenida. Rose señala: “Mi esposo viene a vernos cuando tiene dinero. Luego vuelve [a Tuxpan de Bolaños] una vez y las personas le tiran piedras a nuestra casa donde dormimos. Y nos dejaron agujeros en el techo y la puerta”, afirmo.
Fuente: Noticia Cristiana
