Fidel Castro murió, a los 90 años de edad, durante la noche del viernes 25 de noviembre. El anunció fue dado en cadena nacional de la TV cubana por su hermano Raúl Castro, actual presidente de la isla.
El líder de la Revolución que transformó Cuba en el primer país comunista de América, influenció el pensamiento de varios líderes del continente, a pesar de las amplias demostraciones de que el régimen no funciona.
La mayor parte de los medios omite que fue un dictador, siendo presidente durante décadas sin nunca haber recibido un voto. En la Cuba de los hermanos Castro no hay libertad de prensa ni religiosa. Aunque desde 2006 Fidel había abandonado la presidencia, por problemas de salud, continuaba al frente del régimen, como presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros.
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Desde el punto de vista de la religión, la muerte de Fidel no tendrá cambios significativos, ya que los ideales del partido comunista continúan siendo los mismos.
Persecución religiosa
En 1985, el escritor brasileño Frei Betto entrevistó por más de 23 horas al entonces presidente Fidel Castro. Eso resultó en el libro “Fidel y la religión”, lanzado en más de 30 países y muestra como la religión siempre fue un problema dentro de la visión comunista del poder.
Hay fotos de las guerrillas comandadas por el, donde Fidel aparece con un crucifijo en el cuello. Sin embargo, al asumir el mando político de la nación, mostró la infuencia soviética y decretó que el Estado y el partido presidido por el serían oficialmente ateos.
Por esa razón, los cristianos siempre fueron impedidos de afiliarse al Partido Comunista y de ejercer profesiones como filósofos, psicólogos, profesores. Según cuenta Frei Betto en su libro, “desde 1959 Fidel ya no se consideraba cristiano”. Visitado por los papas Juan Pablo II y Francisco, gustaba de decir que sus relaciones con el Vatiacno eran “óptimas”. Su muerte fue lamentada por el actual pontífice.
Si bien para el exterior Fidel intentaba mostrar una imagen de tolerancia religiosa, los cristianos siempre sufrieron constantes persecuciones del gobierno cubano por causa de su fe. Desde 1969, por ejemplo la producción e importación de Biblias fueron prohibidas. Eso solo volvió a la normalidad algunos meses atrás.
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El pastor Mário Feliz Barroso, que mantiene el blog cubanoconfesante.com relata algunos de esos problemas. Pastores presos e iglesias siendo cerradas o destruidas todavía son hechos comunes. “La iglesia cubana enfrenta grandes desafíos desde el pasado. En los años 60 por ejemplo, el régimen político vigente declaró la guerra al cristianismo, y literalmente declaró que la religión era la cosa más dañina que podía existir debajo del cielo”, recuerda. Explicó también que el gobierno “colocó muchos cristianos en campos de concentración, denominados de Unidades Militares de Apoyo a la Producción (UMAP)”.
El mes pasado, el pastor Juan Carlos Nuñez fue preso por realizar cultos “ilegales”. El trató de apelar, sin embargo, aunque no ha ido a juicio, sigue en la cárcel. “Nuesrta misión es predicar el evangelio de nuestro Señor Jesucristo, y estamos sufriendo por esa causa”, desafió Nuñez. Dejó claro que, en Cuba, en su gran mayoría, los cristianos son “tratados como criminales y enemigos del gobierno”. “Somos hijos de Dios injustamente acusados y condenados”, lamentó.
Fuente: Gospel Prime
