James Tonkowich fue pastor presbiteriano en EEUU durante 20 años, hasta que entró en la Iglesia católica, fruto, según él, de mucha reflexión teológica, amor a las Escrituras y experiencia de la presencia de Cristo en el Sagrario.
Tonkowich explica en su testimonio en Coming Home Network (chnetwork.org) que ni su familia ni su formación juvenil fueron anticatólicas en ningún sentido. Incluso estudiando teología protestante en el popular Seminario Teológico Protestante Gordon Cornwell accedió a escritos de Juan Pablo II y otros teólogos católicos. Y en sus estudios de filosofía previos conoció a San Agustín y Santo Tomás y otros padres de la Iglesia.
Él y la gente de su entorno eran lectores de Mero Cristianismo, de C.S.Lewis, y Basic Christianity, de John Stott: las diferencias entre denominaciones no les preocupaban. Otro texto que marcaba su posición respecto a católicos y otras iglesias cristianas era la “Carta a un católico” de John Wesley, el fundador del metodismo, en 1749:
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“Dejemos a un lado los puntos en los que diferimos; hay suficiente en lo que estamos de acuerdo, suficiente terreno para el talante de cada cristiano y para la acción de cada cristiano”.
Cuando empezó a trabajar en evangelización de jóvenes en una iglesia no denominacional, sin embargo, y repasando la Biblia, le pareció claro que la Escritura muestra que las iglesias cristianas deben estar conectadas, que no pueden ser independientes.
Después aumentó el número de católicos devotos e inteligentes con los que se trataba, como un capellán católico, exmonje trapense, dedicado al apostolado juvenil en las universidades. O la Casa Pasionista que a menudo le acogió en encuentros espirituales. Incluso tuvo un director espiritual jesuita. Y un matrimonio amigo, después de años de descontento con la Iglesia Episcopaliana, se hizo católico.
Como podemos ver en lo que cuenta el propio Tonkowich, el Ecumenísmo de estos días caló muy profundo en su alma, que lo hizo negar a lo que siempre dijo profesar: a Cristo.
En estos Tiempos Finales dice la Biblia que habría doctrinas de demonios, y que muchos las seguirían, y así ha ocurrido una vez más.
Fuente: Religión en Libertad
