NEPAL.- Para aquellos que estaban presentes fue un momento impactante y memorable, y tipifica la reacción de muchos cristianos ante la tragedia causada por el terremoto. Muchas iglesias fueron dañadas o destruidas en el terremoto, y hubo cerca de 500 cristianos entre las 9.000 personas que murieron. Quienes sobrevivieron han permanecido firmes en su fe, de acuerdo al Sr. Jirel y su equipo, quienes han viajado a muchos de los distritos afectados.
“Los servicios de las iglesias en todos los distritos afectados se reiniciaron casi inmediatamente, a pesar del hecho de que no tenían nada bajo lo cual protegerse”, comenta el Sr. Jirel. “Muchas de ellas aún no han sido reconstruidas completamente, debido a la falta de fondos, y los servicios se están realizando sin techo, utilizando carpas y láminas para proteger a los fieles contra el sol o la lluvia.
Al ser testigo de las necesidades humanitarias urgentes de las personas en los distintos distritos afectados, la Sociedad Bíblica comenzó a trabajar para traerles las cosas que más necesitaban. Durante el año pasado les han ayudado a suplir techo, carpas, y otros materiales para cientos de familias que perdieron sus casa, la mayoría de ellos no cristianos.
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Además de ofrecer ayuda práctica para todo el que lo necesite, la Sociedad Bíblica ha estado ayudando también a los cristianos a reemplazar las Escrituras que han perdido. Se han distribuido muchos cientos de Biblias, Biblias para niños y librillos de Escrituras a las iglesias y a cristianos de forma individual.
“No queríamos que los cristianos no contaran con sus Escrituras cuando se dieran cuenta de lo que había pasado”, dice el Sr. Jirel. “Ellos apreciaron mucho las Biblias y otros materiales que les llevamos, los cuales les ayudaron a mantenerse con esperanza en medio de su dolor y luchas.”
“Sin Dios, no hay esperanza, y continuamos orando por muchas personas en Nepal que aún no lo conocen. Por favor, únase a nosotros para orar porque muchas cosas buenas resulten de este desastre, y que muchas más personas conozcan al verdadero Dios y Creador”.
Fuente: Impacto Evangelístico
