Pareja cristiana acoge a niños víctimas de tráfico sexual

ESTADOS UNIDOS.- Una pareja cristiana abre una casa de seguridad para los niños de trata de sexo en Estados Unidos. Chris y Anna Smith fundaron un ministerio cristiano con la esperanza de ayudar a los niños de trata de personas pues Anna es una sobreviviente de la trata sexual de menores.

Hasta el 50 por ciento de los menores explotados sexualmente son varones y a pesar de ello, hay poco recursos para ellos. “Entonces le dijimos sí a los niños”, expresó Anna. Los Smith nombraron al hogar “Anchor House” y empezaron la búsqueda de un terreno durante un año, y encontraron una comunidad rica en soja y tabaco con una población de 21.000.

Pero era demasiado pequeño, así que decidieron mudarse, y compraron 10 acres en Greenville, Carolina del Norte, cerca de la línea Greene-PittCounty. La pareja no le dijo a la oficina del comisionado del condado de sus planes, y se registró su propiedad con un nombre diferente tampoco informaron a los vecinos. Anna dijo que la casa funciona como un refugio de violencia doméstica, donde la privacidad y confidencialidad son importantes.

Cuando los medios de comunicación revelaron la ubicación de la instalación, los residentes de la zona se disgustaron y se quejaron a la Junta de Comisionados del Condado de Greene, que adoptó una resolución contraria a la ubicación. Pero debido a la ubicación carecía de restricciones de zonificación, los comisarios no tenían opciones legales para detener la construcción.

Los residentes locales no estaban convencidos de la comarca estaba fuera de opciones. “¿Necesitaremos diputados adicionales para cuidar a estos muchachos? Si no van a tomar su medicina, tendrá un suplente que ser llamado a hacer ellos? ” Anna trató de asegurar a los residentes que “Estas son las víctimas, no criminales”.

“¿Quién hace eso? Sólo Dios, si miro hacia atrás, estoy agradecido por la angustia de este viaje. Dios nos estaba moviendo a su propio ritmo y nos madura con ello siempre hay otro camino de fe”. enfatizó Anna.

Fuente: Impacto Evangelístico

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