JERUSALÉN .- Esta semana el Museo Tierras Bíblicas en Jerusalén mostró un antiguo artefacto que perteneció al rey babilonio Nabucodonosor II. Es un cilindro de escritura cuneiforme con una inscripción donde el rey se refiere a sí mismo como un líder con “el amor de la verdad y la justicia.”

De acuerdo con el curador del Museo Tierras Bíblicas, Filip Vukosavović, la obra “expresa una perspectiva completamente diferente de Nabucodonosor a la forma en que los Judíos han pensado de él durante los últimos 2000 años.”

Nebchadnezzar Cylinder mentioning Bldging ProjectsEs conocido por los registros bíblicos e históricos, que era un cruel rey que destruyó Jerusalén y el Templo y que exilió a los Judíos en Babilonia. Sin embargo, Vukosavović dice que el cilindro “muestra a Nabucodonosor bajo una luz completamente diferente, y como un gran rey que quería justicia y hacía justicia a su pueblo.”

La muestra del artefacto es parte de la exposición “Junto a los ríos de Babilonia”, que muestra la historia del exilio forzado del pueblo judío a Babilonia. El sitio de Jerusalén, que fue hecho por Nabucodonosor  y su ejército, tuvo lugar hace 2500 años.

Una referente de la muestra explica que “Aunque la escritura no tiene un vínculo directo con el exilio de los Judíos a Babilonia, Nabucodonosor, sigue siendo uno de los reyes más famosos de los Judíos en la historia.”

nabonidus_cylinderEl texto en el cilindro se refiere a la construcción o reconstrucción del templo de Ishtar, la diosa más importante en la historia del Medio Oriente en la ciudad de Uruk. Hay otras inscripciones históricas que hacen referencia a esta ciudad.

La inscripción expuesta en Jerusalén, muestra que Nabucodonosor percibía su misión como algo determinado por los dioses Marduk y Shamash, que le dieron “un nombre imponente y me hicieron Señor de la tierra y me dieron mucha gente para pastorear”.

Nabucodonosor en la Biblia

El nombre de este rey babilonio es citado en diferentes libros de la Biblia. Cuando Sedequías hijo de Josías hizo un trato con el Faraón de Egipto, fué en contra de las advertencias del profeta Jeremías (Ezequiel 17:15).

Sólo por romper su alianza con el rey de Babilonia. Nabucodonosor, después de un asedio de dieciocho meses, tomó la ciudad de Jerusalén en el 586 AC

Poco después de la conquista de Jerusalén, fue la caída de Tiro y la sumisión completa de Fenicia, 586 AC (según Ezequiel 26 y 28). En el libro de Daniel muestra cómo el rey fue confrontado por el Dios de Israel, y fue aquejado por una locura temporal. Su cordura fué restaurada cuando reconoció la justicia del Señor.

Fuente: Gospel Prime

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