El Israel actual podría volver a las raíces del Israel Antiguo

El gabinete de gobierno israelí ha estado luchando por la aprobación de un polémico proyecto de ley desde el año pasado. La ola de violencia reciente, que para muchos es una “tercera Intifada”, expuso los problemas existentes de vivir juntamente con los palestinos en el mismo territorio.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, sostiene que se necesita aprobar el proyecto de ley de nacionalidad para establecer la naturaleza judía del Estado. “Hay algunos a los que les gustaría que la democrática prevalezca sobre el judaísmo, y están los que les gustaría que el judaísmo prevalezca sobre lo democrático. Frente a los principios de la ley, que se presentará hoy, ambos valores son iguales, y ambos deben ser considerados al mismo nivel “, dijo.

En la práctica, los términos propuestos definen al país como el “Estado del pueblo judío”, lo que crea dificultades para los ciudadanos israelíes que son cristianos, musulmanes y de otras religiones. El proyecto finaliza con la idea de “Estado laico” defendido en occidente, pero prácticamente inexistente en los países musulmanes. Además, Israel no tiene constitución formal al igual que muchos países, sólo existe un conjunto de leyes que se denominan “leyes básicas”.

Este reconocimiento del carácter judío de Israel, institucionalizó la ley religiosa del Antiguo Testamento como la base de toda la legislación. Al mismo tiempo, se quita el idioma árabe del idioma oficial del país.ATS02 JERUSALÉN (ISRAEL) 19/05/2015.- El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, asiste al consejo de ministros en Jerusalén (Israel) hoy, martes 19 de mayo de 2015. EFE/Atef Safadi / Pool

Para los grupos de defensa de los derechos humanos, la nueva ley es racista. Alrededor del 20% de la población de Israel está compuesta de árabes, y por lo tanto, ése sector se resiste fuertemente al proyecto. De ser aprobada, la ley de la nacionalidad, puede convertirse en combustible para la guerra en curso entre los Judios y palestinos.

No hay mención en dicha ley acerca de los cambios respecto a los lugares santos en disputa en Jerusalén y el Templo del Monte, donde se encuentra la mezquita de Al-Aqsa y la Cúpula de la Roca y el Muro de los Lamentos.

Entre las principales disposiciones de la nueva legislación se encuentran la mejora de los símbolos del Estado (himno, bandera), establecer Jerusalén como su capital, el hebreo como la lengua oficial, el derecho al retorno de los Judios que viven en la diáspora, los asentamientos de sólo Judios, y la adopción de calendario hebreo.

Es muy pronto para determinar que cambios traería esta ley a la vida del pueblo de Israel. Sin embargo, para los analistas es fácil trazar un paralelo con el Antiguo Testamento, donde se describe, cómo los reyes o los lideres del pueblo reafirmaban sus convicciones acerca de que Jehová era el único Dios, y al único al que se debía adorar en la nación y que sus leyes (Torá) debían ser obedecidas.

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